Las infecciones vaginales son más frecuentes en los periodos de tensión cuando la condición física de la mujer decae. Pero el sobre peso también puede predisponerla a las infecciones, ya que por lo pliegues de de grasa se acumulan las secreciones vaginales y el sudor, por lo que para evitarlas, en cualquier caso, se aconseja mantener la vagina limpia y seca, atreves de una buena higiene y bañarse con cuidado siempre de adelante hacia tras.
Existen determinadas situaciones en la vida de una mujer en las que debe extremar su higiene, estas son la menstruación y el posparto.
Durante la menstruación la falta de limpieza puede provocar olores muy desagradables. Actualmente un gran número de mujeres utilizan tampones, los cuales no dejan salir el flujo menstrual al exterior, evitan muchas situaciones desagradables y comprometidas. Pero a pesar de la comodidad que supone, las mujeres que utilizan tampones deben hacerlo correctamente, no manteniendo el mismo dentro de la vagina más de 4 horas evitando su uso al dormir.
Después del parto en todos los hospitales recomiendan el lavado extremo de toda la zona genital cada vez que se orina afecta, sobre todo si se ha realizado la episiotomía ( Se entiende por episiotomía a la realización de una incisión quirúrgica en la zona del perineo femenino, que comprende piel, plano muscular y mucosa vaginal, cuya finalidad es la de ampliar el canal "blando" para abreviar el parto y apresurar la salida del feto. Se realiza con tijeras o bisturí y requiere sutura.
La episiotomía como técnica preventiva para evitar desgarros está contraindicada por la Organización Mundial de la Salud. Las episiotomías no previenen desgarros en o a través del esfínter anal ni desgarros vaginales. De hecho, los desgarros profundos casi nunca ocurren cuando no se realiza una episiotomía.) ya que los puntos podrían infectarse. Si la mujer está dando de mamar, el cuidado y la higiene son sus pechos ha de ser extrema, limpiándolos con agua destilada antes de cada toma y protegiéndolos del frio y los golpes.
